martes, 2 de octubre de 2007

Por fin en la India

Odio la India: esta llena de gente. Francesca

Amo la India: esta llena de gente. Helena

La India: la panza de dos policias de caqui, bastón en la mano, sacudiéndose por los baches en una bicicleta. El tráfico de gente, riksho, vacas, bicicletas, coches y motos que pitan. La dedicacion a la vida y la muerte de los demás de quien atiende las casas de moribundos que desean morir en Varanasi para llegar directamente al Nirvana. Vendedores de comida, de pan, de brocatos, de sexo, de bicicletas, de cobre, de bendiciones. Castas que construyen con la exclusión de siempre la pobreza de siempre.

Los marajas ya no existen y sus palacios estan en ruinas o transformados en hoteles, sin embargo los ricos pueden comprar a la policía y los pobres son los culpables de cualquier delito

La tecnología es altísima, hay computadoras rotas en cada esquina Una música angelical o maldito ruido se escucha en demasiados lados.

Hay santos bajo cualquier paraguas, el problema es saber cuál es el bueno. Mientras tanto en los templos y en las mezquitas hay militares armados hasta los dientes para evitar bombazos

El Gange es realmente sagrado.

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